APROXIMACIONES EN LA IMPLEMENTACIÓN DEL EMPRENDIMIENTO DESDE EL ESTADO, LA ACADEMIA Y LAS AGREMIACIONES EN COLOMBIA

APROXIMACIONES EN LA IMPLEMENTACIÓN DEL EMPRENDIMIENTO DESDE EL ESTADO, LA ACADEMIA Y LAS AGREMIACIONES EN COLOMBIA

APPROACHES IN THE IMPLEMENTATION OF THE ENTREPRENEURSHIP FROM THE STATE, THE ACADEMY AND THE GUILDS IN COLOMBIA

JAIRO HERNANDEZ SANCHEZ[1]
JULIAN RICARDO RODRIGUEZ SOTO[2]

Dirección física y electrónica
Calle 10 No. 7-35 El Espinal Tolima, Universidad Cooperativa de Colombia,
Eje Temático: Prospectiva del desarrollo económico sostenible y sustentable.
d. Sostenibilidad y sustentabilidad regional

Resumen
La presente ponencia es el resultado de un análisis y exploración bibliográfica realizado a los esfuerzos que desde la política estatal se han hecho y se vienen haciendo con el fin de motivar el emprendimiento en los distintos niveles de formación de la educación en Colombia, para determinar si los esfuerzos estatales y académicos están dando fruto encaminados hacia la generación de nuevas empresas y nuevos empresarios. Se utilizó un análisis deductivo, iniciando con la identificación de las políticas estatales para motivar el emprendimiento y la manera como dichas políticas han sido articuladas por las distintas instituciones de educación en los diversos niveles de formación que ofrece el país; para este análisis se desarrolló una metodología exploratoria, como resultado se evidencia que en Colombia no hay un emprendimiento estructurado, sino un emprendimiento inmediatista que ha sido el producto de múltiples factores como la implementación de nuevos modelos económicos, la adopción de diversos modelos pedagógicos y la inmediatez en la implementación de políticas emprendedoras. En conclusión al emprendimiento no se le ha dado la verdadera importancia como modelo impulsor de la consolidación de región y la economía del país.

Palabras clave: Emprendimiento, emprendedor, agremiaciones, empresario y políticas estatales.

Abstract
The present paper is the result of an analysis and made bibliographic exploration to the efforts that have been made and are making to encourage entrepreneurship at all levels of education in Colombia training, to determine if the State and academic efforts are giving from State policy result aimed at the generation of new businesses and new entrepreneurs. A deductive analysis was used, beginning with the identification of State policies to encourage entrepreneurship and the way as these policies have been articulated by the various institutions of education at various levels of training offered by the country; for this analysis was an exploratory methodology, as result is evident in Colombia there is no structured venture, but a focused venture that was the product of many factors such as the implementation of new economic models, the adoption of various pedagogical models and immediacy in the implementation of entrepreneurial policies. In conclusion to the undertaking has not has given the true importance as drive model of the consolidation of the region and the country's economy.

Keywords: Entrepreneurship, entrepreneur, guilds, businessman and State policies.

Introducción
En tiempos recientes la atención sobre el emprendimiento en diferentes esferas de la sociedad ha tenido un crecimiento vertiginoso por cuanto representa una opción de desarrollo económico y social para los países que logran concretar las iniciativas emprendedoras y convertirlas en empresas perdurables. Así pues, tanto la Academia como el Estado y algunas organizaciones de origen privado han concretado iniciativas para hacer del emprendimiento una opción de vida, especialmente en un país como Colombia donde los índices de desempleo crecientes parecen no tener freno. La formación del espíritu empresarial es fomentada  por los programas o iniciativas de emprendimiento, los cuales tienen como objeto acompañar y asesorar a los nuevos emprendedores desde el momento en que se genera la idea de negocio hasta la consolidación de una nueva empresa (Peraza, 2010, p. 13).

Desde esta óptica, los entes gubernamentales de orden nacional, regional y local vienen visionando el desarrollo de estrategias para motivar y apalancar la consolidación de nuevas ideas de negocios, orientándolas hacia la consolidación de Mipymes, además, de legislar para favorecer a los nuevos, pequeños y medianos empresarios y articulando la legislación y las estrategias con entes como distintas agremiaciones, confederaciones, la economía solidaria, ONG, entre otras.

Con la presente ponencia se desea evidenciar la importancia y el impacto del emprendimiento para el crecimiento económico, social y cultural en Colombia, igualmente, para dignificar y mejorar la calidad de vida de los colombianos.

Con la intensión de profundizar en la relevancia que ha tenido el emprendimiento en Colombia, esta ponencia consta de cuatro aspectos fundamentales:
·         Los esfuerzos estratégicos y legislativos que los entes gubernamentales de los distintos órdenes hacen para motivar el emprendimiento.
·         La influencia de la academia como promotora, motivadora y garante de los diferentes proyectos de vida, idea de negocio, trabajos aplicativos en el aula de clase, investigaciones, prácticas empresariales y demás, se consoliden en nacientes empresas incubadas en las unidades de emprendimiento.
·         El papel fundamental que cumplen las distintas agremiaciones nacionales e internacionales de connotación privada o pública para estimular el emprendimiento en Colombia.
·         La alianza entre la universidad, la empresa y el estado como estrategia para promover el emprendimiento en Colombia.
Fundamentos Teóricos
El  propósito fundamental de esta ponencia es la de analizar a través de diversos autores e investigadores los esfuerzos que han desarrollado y vienen desarrollando el estado, la empresa y la academia para estimular el emprendimiento en nuestro país y como se han articulado todos los esfuerzos para lograr la consolidación de proyectos de vida empresarial y la conformación de empresas rentables y perdurables; aplicando una amplia revisión bibliográfica.

Esfuerzos legislativos y estratégicos para estimular el emprendimiento.
Desde hace más de medio siglo el estado ha venido implementando estrategias que en muchas ocasiones se han convertido en leyes, actos legislativos y concordatos; con el fin de apoyar el emprendimiento, promover empresas nacientes y lograr la formalización de modelos de negocios preexistentes. Es así, que Muñoz (2006, p.4), cita: “Los siguientes antecedentes: en 1930. Los primeros ejemplos de emprendimiento en Colombia son los Inmigrantes; en 1948, El SENA, el emprendimiento y la formación; en 1982, Primeros centros de Desarrollo Empresarial; en el 2004, Ley 905 de Mipymes y en el 2006, la Ley de emprendimiento 1014.”

Por consiguiente, el sistema nacional de apoyo y promoción a la mipymes ha reglamentado una tipificación de las empresas de acuerdo con su actividad, el monto de sus activos y el número de empleados, es así, que Castaño y Ramírez (2009), esbozan que:
En Colombia se han desarrollado algunas normas que fomentan y promueven el grupo de las MIPYMES. Principalmente, se pueden identificar la Ley 78 de 1988, la Ley 590 de 2000 y la Ley 905 de 2004, sin olvidar algunas otras que complementan la labor que se persigue a través de estos marcos jurídicos. Para el caso colombiano la clasificación de las empresas se establece en la Ley 905 de 2004, donde se debe recordar que el criterio que prima al momento de realizar la clasificación es el de los activos, tal cual como lo estableció unos años atrás la Ley 590 de 2000 (artículo 2º, parágrafo 1º). Dicha clasificación se resume en el siguiente cuadro:
TIPO
No. DE EMPLEADOS
ACTIVOS (SMLMV)
Microempresa
≤ 10
≤ 500 (excluida la vivienda)
Pequeña
11 – 50
501 – 5.000
Mediana
51 – 200
5.001 – 30.000
Grande
> 201
> 30.001
Fuente: Ley 905 de 2004
Esta clasificación es muy importante, pues se constituye en la base que fundamenta el devenir de las políticas económicas emanadas por el gobierno colombiano que debe propender por el desarrollo del país, donde no se debe olvidar que las MIPYMES juegan un papel muy relevante para la creación de nuevos empleos y la generación de valor agregado a través de la innovación y el ingreso a nuevos mercados, lo que en sumatoria se configura en el mejoramiento de la situación económica nacional. Además, se debe reconocer el contexto que se presenta en Colombia dado que a nivel internacional los criterios para la definición de las MIPYMES varían según las necesidades de cada país (p. 3).

Por lo tanto, ASPAEN (2010), menciona:
La ley de emprendimiento en Colombia es el resultado del  análisis de un proceso vivido en Colombia por diferentes sectores, en donde se tiene en cuenta la labor hecha por empresarios extranjeros, al llegar al país y dar oportunidades de negocio y empleo, la creación del SENA y las leyes que apoyan la creación de Pequeñas y Medianas Empresas -PYMES-  Esta revisión de antecedentes lleva a plantear que: en nuestro país existe un índice  muy alto de personas en extrema pobreza (6 millones), a los estudiantes no se les enseña a crear empresa  y que  incluso en la formación superior este no es un objetivo llevando a hacer conciencia, que en las Instituciones educativas falta apoyar a los estudiantes que tienen idea de negocio de manera que logren desarrollos empresariales significativos (p. 3).

Pero, los esfuerzos estratégicos en la promoción del emprendimiento no culminan ahí, el fortalecimiento del fondo emprender que inicialmente fue creado para estudiantes y egresados del Sena, amplía su convocatoria a todos los profesionales y egresados de las instituciones públicas y privadas del país, seguros de que no solo el apoyo financiero es necesario en el fortalecimiento de empresas, el estado invierte en la construcción de 14 tecnoparques (Sena) en el país para dar  apoyo técnico y tecnológico a cualquier idea productiva o empresarial sin ningún costo y desde luego con el apalancamiento financiero no solo del fondo emprender sino de otros fondos de origen local, regional, nacional e internacional; por ejemplo: programa de apoyo al emprendimiento de las cámaras de comercio, Tolima emprendedor, Bavaria, fondo emprender, Ventures y otros.

Muy a pesar, de los esfuerzos para estimular la creación de empresas desde la academia, la empresa privada y el estado, el país no ha podido aumentar sus índices de productividad sin lograr aprovechar la oportunidad que se presenta para crecer a partir de los mercados internos. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha desarrollado un completo estudio sobre el tema, titulado La era de la productividad. Eduardo Lora, economista Jefe del departamento de investigación el BID, explico los hallazgos centrales en el foro de Asofiducias. Los hallazgos fueron: una brecha del más del 61% entre el sector producción y servicios, en las regiones hay muy pocas empresas grandes que son productivas y demasiadas empresas pequeñas que no lo son.

Observando, el siguiente panorama una empresa pequeña que pertenece al régimen tributario simplificado, nunca va a tener el interés de volverse grandes, pues sus dueños entienden que si la empresa no es productiva y tuviera que tributar más, daría perdidas y eventualmente desaparecería. Pero, si se volviera productiva, tendría que pagar más impuestos. “los grandes contribuyentes –recuerda Lora– son el club al que ninguna empresa quiere pertenecer”.

La academia como promotora, motivadora y garante del emprendimiento en el país.
Con la Ley se emprendimiento 1014, organizó en los currículos la cátedra de emprendimiento, pero, desde hace muchos años el estado ha venido avanzando a través de la formación académica para que los estudiantes, durante su proceso de formación o luego de culminar sus estudios generen ideas de negocios productivas y formalizadas; por tanto, Osorio y Pereira (2011) dan una mirada a las características cognitivas que se deben estimular en los educandos, en resumen, dicen:
Se puede promover una actitud positiva hacia la iniciación de negocios, pero esto no es suficiente. Solo mediante el desarrollo de competencias en el proceso de formación el individuo puede hacer efectiva la decisión de llevar a cabo acciones emprendedoras. Es entonces necesario mejorar la educación formal, no acerca del emprendimiento sino para el emprendimiento. De acuerdo con el reporte Global Especial sobre educación en (adelante GEM, por sus siglas en ingles), el más importante estudio empírico mundial sobre emprendimiento, la educación primaria y secundaria es todavía muy precaria, y en la educación superior se debe atender esta deficiencia (Coduras et al., 2010). Esta precariedad también se observa en Colombia, donde los expertos nacionales dieron una muy baja calificación al componente de educación primaria y secundaria: 2,03 sobre 5 (Gómez et al., 2011). Pero, de acuerdo con el reporte citado, no se percibe una ganancia con respecto a los efectos de la formación (p.15).  

A partir de, la llegada de la tecnología educativa al país, el estado pretendía dar alternativas para enfrentar lo que en su momento se designó como la crisis mundial de la educación, traducida en cinco aspectos: desbordamiento estudiantil, aguda escasez de recursos, aumento de los costos de la educación, inadecuación del producto de la educación, inercia e ineficiencia de los sistemas educativos. Adicional, la mayoría de los países de Latinoamérica contaba con un gran bono demográfico tipificado en su gran mayoría con un alto nivel de analfabetismo y muy bajos niveles de bachilleres y profesionales, con estas características era muy poco probable el crecimiento económico y el ingreso a los mercados globalizados, aun, contando con mano de obra, dicho recurso estaba con bajos índices de formación para el trabajo. Por ello, Martínez, Noguera y Castro (2003), cita:
En el marco del programa de las naciones unidad “Primer Decenio del Desarrollo”, ofreció las condiciones de posibilidad para que en 1968 Colombia participara con otros países del área latinoamericana en el desarrollo del Proyecto Multinacional de Televisión Educativa (adscrito a la División de Radio y Televisión del Ministerio de Educación Nacional), al mismo tiempo que se realizaba la reforma administrativa que sentó las bases para la creación de un conjunto de instituciones que tuvieran que ver de manera particular con la educación y la enseñanza: Instituto Colombiano de Construcciones Escolares (ICCE), el Instituto Colombiano de la Pedagogía (Icolpe), el Instituto Colombiano de Fomento a la Educación Superior (Icfes), el Instituto Colombiano de Ciencia y Tecnología (Colciencias), entre otros. Además en 1965 se oficializó el sistema INEM (proyecto iniciado bajo el modelo de escuela comprensiva norteamericana) y entre 1970 y 1973 se puso en marcha el andamiaje institucional y operativo del macroproyecto firmado entre el gobierno nacional y el proyecto de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en el cual se escribieron las Concentraciones de Desarrollo Rural (CDR) y los institutos técnicos agrarios, industriales y comerciales, la reestructuración de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), las acciones de diseño curricular y perfeccionamiento docente del Instituto Colombiano de Pedagogía (Icolpe) a través de las Escuelas Normales, entre otras (p. 120).  

Desde luego, que el estado no se podría quedar con la inversión en construcción y modernización escolar, debería organizar un modelo de enseñanza que cumpliera con los requerimientos de modernización, industrialización, traídos por el gobierno Lleras, donde se da gran importancia a un crecimiento económico desde la industrialización promovida por el estado; es así, que el  planteamiento de Vasco (1985), describe que:
Luego de la modernización del modelo y la infraestructura escolar en el país, en 1979 se puso en marcha la consolidación del modelo curricular denominado “La Reforma Curricular de 1979” con la pretensión de que la educación se asemejara a una empresa de rendimiento en donde el proceso de formación del individuo social es despojado de su carácter cultural y colocado a nivel de meta operacionales predeterminadas y cuantificadas. Es entonces, donde corresponde a la escuela cumplir un imperativo de normalización y homogeneidad para crear un sujeto con un mínimo de comportamientos, habilidades y destrezas para vivir en sociedad y ser productivo a la misma (p. 11).

Sin lugar a dudas, el estado a través del modelo escolar colombiano formalizó una estructura curricular por objetivos, con el fin de satisfacer el modelo económico keynesiano adoptado en las décadas del 70 y 80, con una infraestructura muy grande para satisfacer las necesidades del pueblo colombiano, es por esto, que a través del modelo educativo de las décadas en mención la formación por objetivos pretendía formar personas aptas para la consecución e inserción al modelo laboral de la época, un modelo laboral con características fordistas (personas con habilidades para desarrollar un solo cargo, en búsqueda de una estabilidad laboral para protegerse ellos y su núcleo familiar). Al inicio de los 90 el estado se descentraliza dando paso a la apertura económica y adoptando el modelo económico de los nuevos keynesianos, con una infraestructura gubernamental más liviana, brindando mayor autonomía a la generación de la empresa privada con el fin que la economía se transforme a un modelo más globalizado, independiente y aperturista.  Desde luego la educación no podría ser ajena a dichos cambios.

Pero, la reestructuración empresarial no era solo en Colombia, era un fenómeno a nivel mundial, desde este punto de vista, Mejía (2006), presenta:
Durante la década del 80 y del 90 la reestructuración de las empresas a nivel mundial adoptaron un modelo de reingeniería para su administración que conto con una tabla que dejaba como permanentes solo el 19 por ciento de los asalariados y el restante 81 por ciento los ubicaba en trabajos temporales que se hacían según las horas de trabajo necesario, en algunas ocasiones a distancia, necesitando, en la mayoría de las ocasiones, solo 20 horas semanales (p. 46).

Con el imperativo declive del modelo empresarial fordista y el progresivo inicio del modelo toyotista las modificaciones en el mundo el trabajo no se hicieron esperar: se crea el trabajo de elite, se precariza el trabajo, surge el trabajo independiente contratado, toma fuerza el outsourcing y se da gran importancia al modelo asociativo de trabajo; es así, como Mires (2002, p. 45), muestra: “una tesis donde separa el trabajo abstracto general de la persona que lo ejecuta y califica a los individuos desde competencias sociales, laborales y culturales; es por esto, que el autor se atreve a llamar a esta época como la salida de la sociedad del trabajo”. 

Sin embargo, la apertura económica y la globalización no solo dejaron cambios en los modelos empresariales sino que además desde el modelo empresarial trataron de estandarizar todos los procesos incluyendo la educación que encontró a través de la formación por competencia un excelente aliado para este fenómeno, es por esto que, la Universidad Piloto de Colombia (2007), esboza estos antecedentes:
A comienzos de la década de los 90 algunos académicos, con el propósito de establecer metodologías innovadoras para evaluar los aprendizajes y la calidad de la educación, abordaron las competencias sustentando este concepto en la lingüística, como eje clave para estudiar la lengua y la comunicación humana; posteriormente el concepto se empleó en otras áreas de la educación, en articulación con los aportes de la psicología cultural realizados por Torrado. A partir de 1995 el concepto de competencias es estudiado como posible objeto de evaluación de los aprendizajes en pruebas masivas dentro del marco de la política de calidad del Estado, por parte de un grupo de investigadores del ICFES. Los resultados del trabajo de este grupo tuvo como producto la publicación del documento: “Exámenes de Estado: una propuesta de evaluación por competencias” (p. 3).

Ciertamente, con tan significativos cambios en el horizonte laboral y empresarial la academia impulsa a través de lineamientos estatales una serie de soluciones para hacer frente a los retos impuestos por el mercado laboral, es así, que la futura fuerza productiva y los nuevos profesionales empezaron a recibir capacitación en las necesidades de las empresas; el ideal de formación para Montoya exdirector nacional del Sena (2008, pp. 2), consiste: “que los jóvenes sean ciudadanos productivos y trabajadores útiles que puedan desempeñarse de manera profesional en cualquiera que sea el oficio en el que se desempeñen. De igual forma, insistimos en que nuestros aprendices sean libres pensadores, con capacidad crítica para que se conviertan en líderes y emprendedores”.
 
El papel fundamental que cumplen las agremiaciones para estimular el emprendimiento en Colombia.
El papel social que tienen las agremiaciones y las empresas como coadyuvadoras, implementadoras y beneficiarias de todas las garantías que ofrece el estado para estimular la generación, la viabilidad y sostenibilidad de las empresas en el país es fundamental en la lucha para mitigar y combatir la pobreza en Colombia, seguro que sin oportunidades de empleo, ni la economía ni el país van a crecer al ritmo de la región y en cambio tendrán que invertir más en programas sociales de apoyo a población vulnerable; por tanto, en el año 2011 se lanzó un estudio por el Economist, Banco Mundial, Poor Economics que muestra las características de la pobreza en el mundo, donde los autores economistas Abhijit Banerjee y Esther Duflo, Presentan una completísima radiografía de la pobreza en los países en vía de desarrollo, acompañada de docenas de gráficas y comparaciones entre las diferentes naciones. Los cinco países campeones en esta materia son Tanzania, Pakistán, Bangladesh, India y Timor, donde entre 70% y 90% de sus habitantes vive con menos de US$2 al día, unos $3.500. En Colombia, 18% de la población vive con menos de esa cifra, lo que equivale a más de siete millones de personas. (Fuente: Economist, Banco Mundial, Poor Economics, 2012).

Ante dichas características, el estado se ve en la obligación de generar leyes que contribuyan a la generación de nuevos puestos de trabajo, desde luego que el emprenderismo y la empresarialidad cobra un papel fundamental para mitigar el flagelo de la pobreza y la desigualdad.

Una de las primeras iniciativas, en la generación de nuevos puestos de trabajo por parte de las agremiaciones es la estimulación del nacimiento, acompañamiento y vigilancia del capital de trabajo para una nueva idea de negocios; con este fin, el Fondo Emprender fue creado por la Ley 789 de 2002 en su artículo 40, el Decreto No.934 de 2003, reglamento su funcionamiento y el Acuerdo No.0007 del 13 de Julio de 2004 estableció el reglamento interno, en el que como parte integral del mismo, fueron aprobados los manuales de operación y financiación. Cuyo objetivo: Asignar recursos económicos en calidad de CAPITAL SEMILLA a iniciativas empresariales que provengan y que sean desarrolladas por APRENDICES o ASOCIACIONES ENTRE APRENDICES, PRACTICANTES o PROFESIONALES UNIVERSITARIOS RECIÉN EGRESADOS (Fuente: Fondo Emprender, 2004).

En sus inicios, el fondo emprender solamente apoyaba con capital semilla a los egresados de cualquier programa de formación del Sena, pero rápidamente abrió la convocatoria a técnicos, tecnólogos, profesionales de ultimo año en formación o egresados que no superen los cinco años de obtener el título, con el principal objetivo del Fondo Emprender como es el de apoyar proyectos productivos que integren los conocimientos adquiridos por los emprendedores en sus procesos de formación, hacia la conformación de nuevas empresas.

La disposición, del Fondo Emprender facilita el acceso a capital semilla al poner a disposición de los beneficiarios los recursos necesarios en la puesta en marcha de las nuevas unidades productivas. La cual la reglamente en tres grandes etapas: formulación del plan de negocios, evaluación y asignación de recursos y la ejecución (Fuente: Fondo Emprender)

Es así, que de la mano del fondo emprender han surgido otros fondos de origen nacional e internacional que apoyan iniciativas emprendedoras y que de esta forma cumplen con los programas de responsabilidad social empresarial en sus empresas, es el caso, de Ventures, Fundación Bavaria, Tolima Emprendedor, entre otras.

Otro esfuerzo fundamental, aplicado al hombre en su afán de encontrar una sociedad más justa y equitativa, es la aplicación de la filosofía del cooperativismo; es así, Confecoop (2009), estipula:
El cooperativismo es una noción estrechamente ligada a la vida humana, que surge como respuesta a la insuficiencia del hombre para solucionar aisladamente sus necesidades y que encuentra en la unión de esfuerzos el camino para superar los escollos que plantea la vida en comunidad. La revolución industrial que tuvo lugar en Gran Bretaña, durante los siglos XVIII y XIX, trajo consigo modificaciones económicas, sociales y políticas muy profundas, que impulsaron la unión de grupos de personas  en empresas comunes, para proveerse mutuamente elementos de primera necesidad, generar bienes y servicios, o trabajo.  El modelo cooperativo está estructurado sobre unas características o valores esenciales tales como la ayuda mutua, la colaboración, la solidaridad, la responsabilidad y la unión de esfuerzos, con miras a la satisfacción de las necesidades de sus asociados, sus familias y la comunidad en general. (p. 3).

En aras de cerrar la brecha de las altas cifras de desempleo en Colombia, concentradas específicamente en la población entre los 18 y 25 años de edad, nace en Colombia la Ley de Formalización y Generación de Empleo Ley No. 149 del 29 de diciembre del 2010.

La ley 149 de 2010, brindo garantías para que las Mipymes pudieran generar nuevos puestos de trabajo específicamente en una edad máxima de 28 para que los jóvenes se beneficiaran con un primer empleo que les acreditaría experiencia, de esta forma, TISSOT y OLANO (2011), en Portafolio, analizan el impacto de la ley, quienes muestran los siguientes precedentes:
La Ley de Formalización y Generación de Empleo introdujo beneficios para las pequeñas empresas que sean constituidas a partir de su promulgación, disminuyendo los costos laborales durante los 4 primeros años de vida permitiéndoles pagar progresivamente los aportes parafiscales y las contribuciones al Fosyga y al Fondo de Garantía de Pensión Mínima. De igual forma concedió la posibilidad de descontar del impuesto de renta los pagos realizados por aportes parafiscales y contribuciones al Fosyga y al Fondo de Garantía de Pensión Mínima generados por la vinculación laboral de jóvenes menores de 28 años, personas en situación de desplazamiento, proceso de integración o en condición de discapacidad, mujeres mayores de 40 años que no hayan tenido un contrato de trabajo en los 12 meses anteriores a su vinculación, y/o personas cabeza de familia que estén en los niveles 1 y 2 del Sisbén. Este último beneficio entrará en vigencia una vez la Ley haya sido reglamentada y el Gobierno haya establecido las condiciones para acceder al mismo y aplica para nuevos empleos que impliquen aumento de la nómina de trabajadores y de los salarios pagados (p. 1).

Con el fin de disminuir la tramitomania en la conformación de nuevas empresas nacen las Sociedades por Acciones Simplificadas en adelante SAS, bajo la Ley 1258 de 2008, que introdujo mayor flexibilidad a la registrada hasta el momento por cualquier figura societaria contemplada en el código de comercio.

Además, para Reyes (2010), en su segunda edición de las SAS, determina la importancia, así:
La sociedad por acciones simplificada (SAS) es la innovación más importante del Derecho Societario colombiano en varias décadas. Su configuración típica, caracterizada por una regulación leve y de espectro generalmente dispositivo, la convierte en un instrumento utilísimo para la realización de negocios en todas las escalas. La figura es ventajosa tanto en el ámbito de las empresas familiares como en el de las que no lo son. Aunque la SAS no está autorizada para negociar sus valores en bolsa, es un instrumento especialmente idóneo para acometer empresas de gran dimensión. Bajo esta normativa, no solo es viable estructurar contratos de sociedad que incluyan  complejos acuerdos de inversión, sino que, además, se permite una gama  amplísima de modalidades de capitalización, determinada por la admisión de  múltiples clases de acciones. Por supuesto, su utilidad también es palpable en el  contexto de negocios de dimensiones más modestas –medianas o pequeñas– en  las que suelen prevalecer elementos de carácter personalista. Así mismo, las  denominadas microempresas pueden encontrar en esta nueva forma asociativa  un mecanismo expedito para la formalización de su actividad, por la reducción de  costos derivada de la simplificación del proceso constitutivo, la levedad de la estructura orgánica y la posibilidad de pactar salvaguardias para los diferentes accionistas (p. 9, 10).

La alianza entre la universidad, la empresa y el estado como estrategia para promover el emprendimiento en Colombia.
Dentro de los principales desafíos de la economía política para elevar su productividad se pueden contemplar algunas dificultades que impiden cerrar la brecha, con el fin, de superar los obstáculos el estado desde la universidad, las agremiaciones y los organismos de cooperación internacional deben trabajar en: bloquear a los buscadores de renta; coordinar a los políticos, el gobierno y el sector privado; entender que la débil democracia trae efectos nefastos sobre la productividad; legislar a favor de la comunidad y no en beneficio propio y por ultimo persistir hasta ver frutos.

Con la resiente a debacle de la reforma a la justicia en el país se augura que la reforma tributaria estructurada que tanto espera el país para unificar criterios en aras a ingresar al mercado contable globalizado tenga el mismo futuro, desde ya algunos estudiosos tributaritas presentan diagnósticos acerca de las posibles falencias de la reforma tributaria que se espera sea aprobada en el congreso de la república. Para Perry (2010, p.4), la reforma no cumple con los criterios teóricos y los principios constitucionales en los siguientes aspectos:Es ineficiente para recaudar, Tiene efectos negativos sobre el crecimiento, Es inequitativo y es poco progresivo”.

Pese, a que no hay un horizonte claro para generar un vínculo entre la universidad, las empresas y el estado, por lo que cada uno de los actores trabaja de forma desligada; desde la universidad se debe continuar motivando a los jóvenes a conformar sus unidades de emprendimiento perdurable, para eso, los avances genéticos también, han hecho su aporte, Shane (2004, p.54), explica: "Los genes no significan destino, simplemente son un factor más que influye en la probabilidad de que algo ocurra". Además, las instituciones de educación superior continúan en la espera de que el estado legisle y promueva estrategias incubadas a partir de las investigaciones académicas y que las agremiaciones con sus programas de responsabilidad social empresarial y de promoción del emprendimiento continúen apoyando más a las universidades y se dediquen menos al lobby para que los estamentos de orden constitucional legislen a favor del emprendimiento y de un país con oportunidades laborales y empresariales en igualdad de condiciones.

Un gran ejemplo de emprendimiento incubado en el programa de divulgación científica de la Universidad del Rosario (2011), presenta algunos hallazgos:
Aunque Colombia es reconocida internacionalmente por la calidad de su café y sus flores, hay una variedad de productos que no se explotan y que ofrecen un amplio potencial económico. Tal es el caso del mango, que se cultiva en el departamento de Cundinamarca. Esta zona del país presenta grandes potencialidades en términos de producción agrícola de frutas y hortalizas, así como una importante actividad pecuaria y piscícola; sin embargo, carece de sistemas de producción y comercialización adecuados. Partiendo de esta realidad, investigadores de la Universidad del Rosario realizaron un estudio con objeto de general un esquema asociativo que permitiera incluir a los productores de frutas, los intermediarios y los comercializadores para diseñar mecanismos encaminados a obtener ventajas competitivas de estos productos con el fin de venderlos en el mercado nacional e internacional (pp. 6).

Otro aspecto fundamental, para promover el emprendimiento en Colombia es la aplicación de la economía solidaria; al respecto Zabala (2008), especifica que:
La Economía Solidaria y sus expresiones empresariales, especialmente las cooperativas, cada día alcanzan una mayor significación en el  concierto de las  economías  mundiales,  como  consecuencia  de  los  fenómenos  de  la globalización y de extensión de la franja de la pobreza;  en el  primer caso, resultado de la puesta en escena de medios de flexibilización del  trabajo, dando  cabida  a  nuevas  formas  de  contratación  y  nuevos  conciertos productivos; en el segundo caso, como salida  organizada para la formación de ingresos y lograr la subsistencia que tienen los pueblos marginados. Se evidencia, pues, la amplia presencia en las sociedades contemporáneas de esta forma de hacer  economía que se  muestra  cada vez  más  como alternativa a modelos fracasados, a pesar de tener una presencia de más de ciento cincuenta años, por lo menos en el hemisferio occidental. Pero,  a  pesar  de  que  el  cooperativismo  y  la  economía  solidaria  se establecieron  como  fórmulas  de  organización  de  los  factores  trabajo  y comunidad en respuesta a los abusos del capital, y que a lo largo del tiempo, mediante la experiencia alrededor  del  mundo,  entre muy diferentes grupos humanos  y  variadas  actividades  económicas,  ha  construido  su  propia racionalidad,  todavía se interpreta su accionar  con base en el  método de análisis de la economía capitalista. Por tales razones, y para evitar incoherencias respecto de la valoración de estas  organizaciones  empresariales,  es  necesario  que  los  estudiosos, aprehendan  los  conceptos fundamentales de la racionalidad económica de la Economía Solidaria y del Cooperativismo, con base en el estudio profundo de los factores productivos, especialmente del factor trabajo, generador de la riqueza social (p. 14, 15).

Al igual Álvarez, Granados y Rodríguez (2006), aportan:
Desde varios frentes, gubernamentales y no gubernamentales, se le otorga a la economía solidaria una función económica y social prodigiosa. Para algunos, la economía solidaria es considerada un factor económico llamado a mitigar la pobreza, generar empleo y bienestar para la sociedad. Para otros, más optimistas, la economía solidaria es un sistema estructurado alternativo llamado a superar las “agudas contradicciones colombianas”. En todo caso, la gran mayoría de actores sociales, ven en la economía solidaria un aliado indispensable para lograr el desarrollo social, económico y cultural del país (p. 2).
Objetivo de la Revisión Bibliográfica
Evidenciar los diferentes esfuerzos que el estado, la academia y las agremiaciones hacen con el fin de implementar y fortalecer el emprendimiento en el país.
Metodología
Como metodología para la presente ponencia se aplicó el proceso deductivo, empezando por la legislación y estrategias para estimular el emprendimiento hasta llegar a la importancia que tiene la alianza universidad, empresa y estado en la consolidación de empresas perdurables. En este análisis se desarrolló la metodología exploratoria y el proceso metodológico se cumplió, así,  iniciando con un análisis bibliográfico a artículos publicados en bases de datos, libros digitales y en físico, revistas digitales y en físico. 
Resultados
Los resultados obtenidos dan clara muestra de una total desarticulación de todos los autores que contribuyen a estimular, fomentar y motivar el emprendimiento en el país, hecho que le impide al emprendimiento nacional no constituirse en una fuerza que apalanque la economía nacional, como lo han logrado otras regiones del mundo; desde luego, al no estar preparados para una coyuntura económica tan promisoria el emprendimiento seguirá siendo la actividad económica de muchos colombianos que ven en él la solución al desarraigo laboral que el estado les propone, mientras que otras empresas de carácter internacional y multinacional seguirán atendiendo y creciendo gracias al consumo nacional.
CONCLUSIONES
Cuando se hace remembranza de la historia económica de Colombia en las últimas décadas, son evidentes dos factores: en primer lugar existen pocos nuevos nombres de grandes empresas en el país, con excepción de las de capital extranjero y en segundo lugar son escasas las exportaciones de nuevas empresas exitosas.

Basado en lo anterior, el estado, la academia y las agremiaciones no han estimulado a los nuevos emprendedores para que identifiquen nuevos nichos de mercado nacionales o internacionales donde puedan colocar sus bienes, productos y servicios de forma exitosa.

De otra parte, el nuevo empresario con un nuevo nicho de mercado establecido tiene el reto de posicionar más sus productos en el mercado existente, así, asegurara en una gran proporción la durabilidad, viabilidad y sostenibilidad; si bien es cierto Colombia tiene una tasa muy alta en la creación de empresas en el mundo, para el año 2007 era el cuarto país en la tasa de cierre detrás de china, Perú y República Dominicana (según el estudio Global Entrepreneurship Monitor, 2006).

Si el estado no fortalece sus entes de control, los nuevos empresarios evitaran el pago de sus obligaciones tributarias, porque tienen la firme convicción de que el dinero de sus impuestos no se verá retribuido en inversión para el sector productivo.

Los proyectos incubados desde la academia pocas veces dan resultados perdurables y muchos se quedan en archivos, porque el estado se queda corto en apoyo y las agremiaciones solamente se limitan a convocatorias abiertas, donde los estudiantes de mayor ingreso y desde luego con mayores capacidades intelectuales tienen la delantera; el día que el estado, la universidad y las agremiaciones vean en el emprendimiento un verdadero potencial para la economía, ese día el emprendimiento y la empresarialidad del país surgirá desde la base y para beneficio de toda la población.

Por último, llama la atención sobre la importancia que el país cuente con un grupo significativo de empresarios transformacionales; capaces de asumir y entender las políticas estatales, engendrados en los entes de formación y apoyados por las agremiaciones.

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[1] Administrador de Empresas, Universidad Jorge Tadeo Lozano. Especialista en Alta Gerencia y Economía Solidaria, Especialista en Docencia Universitaria, Magíster en Educación, Universidad Cooperativa de Colombia. Docente Tiempo Completo y Coordinador Delegado de Indesco sede El Espinal. Jairo.hernandez@campusucc.edu.co

[2] Administrador de Empresas, Universidad Cooperativa de Colombia. Especialista en Gerencia de Mercadeo Universidad Cooperativa de Colombia. Magíster en Educación, Universidad del Tolima. Docente Tiempo Completo, Coordinador Unidad de Emprendimiento sede El Espinal. Julian.rodriguez@campusucc.edu.co

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